Ya lo decíamos en la columna que antecedió a la actual. La
TORTILLA DE PATATAS tiene sus secretos. No le queda bien a cualquiera,
especialmente cuando dicen “A LA ESPAÑOLA” porque es más difícil de elaborar.
Definitivamente a LUIS MILLA la tortilla le queda mal. Le
pasó lo que a mi hermana, que AHORRA EN HUEVOS por lo del colesterol y la cuece
poco para que quede tierna, o sea hecha una mierda y cruda.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkHHbtamztNQPNsuG2-o5dzYF0lXAqli3ljmh4lO9kZ0WmfsSAb5eyOU7OfDpZuDmLnHoInHke5CCbgf328fdZAB-S8DruRI5Un7_WzOoXNmAk_VaaV_7G8mAXoCWCBmZNpXOd93LZDJir/s200/tortilla+de+patatas+1.jpg)
Comprendo lo difícil que debe de ser preparar una Selección NACIONAL en una nación donde esa palabra no tiene una defición comunmente aceptada y en la que los intereses de las esquinas son incompatibles con los sueños imperiales del centro. Pero naturalmente, las excusas no explican el fracaso aplastante ante JAPON y HONDURAS, un país minúsculo cuya situación en el mapa pocos saben todavía.
Si la tortilla de LUIS MILLA hubiese tenido HUEVOS, se
habría opuesto al dueño del negocio y convocado a Sergi Roberto, Deulofeu, Sergi
Gómez, Femenía, Marc Bartra y otros… GRACIAS A DIOS no lo hizo, porque así
nuestros chicos volverán a casa sin correr más riesgos por los que nadie da un euro.
Si en la CAPITAL DEL REINO, aún ganando en su nombre, solo saben echar pestes
de los CATALANES y el BARÇA ¿por qué ir a defender sus colores? Que vayan los
que fueron y dejen a España como lo que és.
No olvidemos que a los del Barça,
aunque hubieran vuelto
triunfadores,
no se lo habrían reconocido
y mucho menos agradecido.
En fin, con esa tortilla de patatas tirada a la basura, los
nuestros que fueron a LONDRES volverám con la hiel de la derrota en los labios, pero
ya nos ocuparemos aquí de vestirles de BLAUGRANA para que logren triunfos más
dulces y duraderos en campañas que sus seguidores agradeceremos y cantaremos con nuestros hijos.
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