jueves, 11 de octubre de 2012

CUANDO EL ODIO PISOTEA LA MORAL


Todavía me encuentro bajo el SHOCK que me causó el artículo de Alfredo Relaño defendiendo al central del Real Madrid, el portugués Pepe, el personaje más agresivo del fútbol español. Sus explicaciones sobre las habilidades que ese desquiciado demuestra en el campo de juego para atemorizar a sus contrarios sin tocarles ni un pelo, constituyen una pieza digna de un tratado sobre patología de la desinformación. Así pues, ruego a mis lectores disculpar cualquier expresión inoportuna o incoherencia que escape al buen juicio.

Por fortuna esta mañana recibí la  llamada de un psicólogo amigo que me invitó a comer en su compañía y al exponerle mis inquietudes sobre este tema, tuvo el acierto de aclarar los conceptos sociales y culturales que explicarían la actitud del Director de AS y varios de sus colegas dedicados a defender los exabruptos y desafueros del Real Madrid. "Es que la moral de los madrileños - comenzó diciendo - funciona de manera distinta a la moral de los catalanes"  y se explayó en varias consideraciones, entre ellas:


1- Para los madrileños que se dedican a las noticias deportivas, el BARÇA representa la esencia catalana y por cuanto los madrileños odian a los catalanes, todo el mal que se le haga al BARÇA, más que lícito, es deseable. En consecuencia, las agresiones que tengan por víctimas a los jugadores del BARÇA son  actos patrióticos. Eso explicaría la pancarta de 60 m de largo que, por iniciativa del Club, colocaron en el S.Barnabeu para festejar la aberración antideportiva que MOU había protagonizado en el CAMP NOU cuando trató de lesionar un ojo a Tito Vilanova. Los madrileños saben que ese es un acto de tipo criminal y vergonzoso, salvo que se trate del BARÇA, porque CUALQUIER AGRESION contra el club catalán es digna de encomio.

2- La conciencia deportiva de los madrileños no es absoluta, sino que varía en función de los actores y circunstancias. Una patada a un jugador del Real Madrid es un crimen imperdonable, pero una agresión salvaje propinada por un jugador merengue a uno de otro equipo es tolerable. Desde luego la misma patada a cualquier jugador del BARÇA forma parte del juego normal del equipo merengue y en ello se entrenan a conciencia.


3- Dicho la anterior,  no debería extrañarte, explicó el psicólogo, que ALFREDO RELAÑO, a quien muchos consideran persona seria, defienda emotivamente a un criminal que chuta espaldas y pisa manos a otros jugadores aprovechando que están tirados en el suelo. Es la misma actitud de un tal EDUARDO INDA, Director en tiempo pasado de otro diario madrileño. Dirigiéndose a una asamblea de "universitarios", a este individuo no se le ocurrió otra idea que sugerir agresiones contra LIONEL MESSI, como parte de la estrategia deportiva del Real Madrid. "A Messi hay que pararlo por lo civil o POR LO CRIMINAL" dijo y demás está decir que los asistentes aplaudieron a rabiar y que el sábado siguiente un jugador de otro equipo madrileño se tomó el consejo al pie de la letra.


4- Naturalmente no todos los madridistas son gente como Inda y Relaño. Una de las razones que marcaron la salida del capitán RAUL GONZALEZ del Real Madrid fue su negativa a emplear la violencia contra otros equipos, incluido el BARÇA, Es la misma razón que llevó a IKER CASILLA a hacer las paces con sus compañeros de La ROJA y que determinará su salida del Barnabeu. Algunos son dados a pensar que la agresividad del Club merengue viene marcada por Mourinho, pero esa es una verdad a medias. El Entrenador solamente interpreta el sentimiento merengue, de ahí que, a pesar de sus fracasos, sea irracionalmente adorado por encima de las circunstancias.

5- Explicó mi amigo que los medios madrileños tienen acepciones distintas para el mismo vocablo según a quien vaya dirigido. Llamar "hipócrita o ladrón" a un ciudadano ejemplar constituye una afrenta, salvo que vayan dirigidos a un catalán, en cuyo caso no se trataría de insultos sino del enunciado de hechos notorios, porque los madrileños consideran y llaman a todos los catalanes "hipócritas y ladrones". A parti de ahí cualquier otro epíteto es válido, como el "teatreros" que sin pudor le aplican a los jugadores del BARÇA, sin recordar ni por un momento que son esos jugadores los que le han dado las glorias futbolísticas a España.

6- La aversión de Madrid hacia lo que lleve la etiqueta Barça es tan notoria que, hasta el nuevo equipamiento se considera inadmisible porque lleva los colores de la bandera catalana. Que el Betis, Sporting, Deportivo y otros lleven los colores de las banderas regionales se considera aceptable, hasta folclórico, pero NO en el caso del BARÇA, cuyo uniforme constituye una afrenta a los merengues.

Tras éstas explicaciones me sentí más tranquilo, pero al dejar el restaurante volví a ser presa de la inquietud al comprender que esa divergencia moral en lo deportivo es insalvable y que se refleja en todos los ámbitos de la vida que hemos compartido con España. En el caso específico del BARÇA, el odio es más radical que en política (si ello es posible) porque el equipo BLAUGRANA es la demostración elocuente de que los centenarios esfuerzos colonizadores de España no han surtido efecto sino todo lo contrario: BARÇA es el mayor dolor de cabeza y causa de vergüenza para la Capital, un equipo CATALAN que ha estado revolcando sistemáticamente al EQUIPO INSIGNIA DE ESPAÑA, propinándole palizas históricas que han dado la vuelta al Mundo en vivo y en directo.

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