LA SENYERA QUE LEVANTA AMPOLLAS

Era de esperar que la decisión de vestir al CAMP NOU con la SENYERA levantaría muchas y terribles ampollas en Madrid. Todos sabían en Can Barça que las voces estridentes de la jauría madridista se alzarían reclamando respeto para España, como si vestirse con los propios colores fuese un acto de agresión.

¿Por qué no se quejan cuando el Betis se viste con la bandera andaluza?

¿A qué se debe su silencio cuando el Depor emplea el azul y el blanco?

¿Acaso la camiseta tricolor del Athletic no refleja los colores de su bandera?

¿Qué tiene pues de particular la Senyera para que la sensibilidad madrileña se sienta bestialmente desvirgada por el asta de la bandera catalana?

La respuesta es obvia: La Senyera ha sido desde hace décadas motivo de rechazo entre las huestes madrileñas porque les recuerda a una provincia que nunca han podido subyugar emocionalmente, pero especialmente porque el equipo insignia catalán los ha humillado a través de los tiempos. Desde luego el  2 - 6 del Bernabeu y el 5 - 0 del Camp Nou, siguen vivos en el odio merengue. Es el mismo odio, esta vez bajo el disfraz del desprecio, que expresan abiertamente hacia los castellers y la sardana, especialmente cuando el Barça la baila para festejar sus triunfos.

Acostúmbrense a verlo cada día con más frecuencia. Ya no disponen de aquella fuerza bruta que les habría permitido lograr el traspaso obligado  de Iniesta, Xavi y Messi. Ya no pueden obligar a los árbitros a pitar para favorecer al equipo del Régimen, aunque de vez en cuando veamos copias de los antiguos métodos. Acostúmbrense a jugar sin ayudas y sobre todo tomen conciencia de que el BARÇA es el MEJOR CLUB del Mundo. 

El BARÇA crea sus equipos desde la cantera, comenzando por los preinfantiles a quienes, NATURALMENTE, les enseñamos nuestros valores, nuestro folklore y la alegría de bailar la sardana cuando ganan. Entiendan que Iniesta, Pedro y Villa se sienten orgullosos de estar en el BARÇA y defender sus colores jugando limpio, bailando la sardana cuando ganan y felicitando al ganador cuando pierden.

Acostúmbrense a ver la SENYERA con más frecuencia cada día, porque el año entrante la tendrán que aguantar en el pecho y espalda de nuestros jugadores triunfando en el Mundo, mientras la camiseta merengue tiene que ser defendida por mercenarios.

Un consejo: en lugar de hervir en su propia bilis, los portugueses del Real Madrid podría festejar los triunfos BAILANDO EL CHOTIS o CANTANDO FADOS.