BARÇA Y CATALUÑA

La columna de este día está destinada especialmente  a los culés que, viviendo fuera de España, no pueden imaginar lo que el BARÇA representa para el catalanismo y la histórica sed de independencia de Cataluña.

Empecemos por mirar brevemente su historia. Cataluña fue un gran reino federado de la Edad Media que se extendía por el Mediterráneo y en cuya capital, Barcelona, se  instauró el primer gobierno colegiado de la sociedad civil en Europa, llamado Consell de Cent.. En Cataluña vio la luz el primer Código Civil y la Ley del Comercio Marítimo, cuando la península Ibérica, en el Siglo X, era un mar de reinos moros y godos mantañeses combatiendo por deporte. Siglos antes de que en Castilla surgiera el español antiguo e instaurasen la perversa Inquisición, los catalanes ya escribían poesía y teatro y se enorgullecían de saber leer, escribir y las cuatro reglas básicas para echar bien las cuentas.

La cultura y bienestar de Barcelona impulsó a los Borbones a invadirla y apropiarse de sus bienes. Dos años largos de guerras enfrentaron a ambos estados hasta que en 1714 tuvo lugar la última batalla y Cataluña quedó sojuzgada al Imperio Borbón de manera similar a las colonias americanas y las Filipinas, salvo que los esfuerzos de éstas por libertarse triunfaron y los intentos catalanes fueron aplastados sialvajemente.

A lo largo de 300 años, desde la invasión, España se ha empeñado exitosamente en ordeñar a Cataluña a través de impuestos excesivos, ha tratado brutalmente de destruir su cultura y acabar con su lengua llegando al extremo de vetarla penalmente. Para colmos, desde Madrid hacen burla de todo lo que a catalanidad pueda oler, desde nuestras fiestas patrias hasta nuestras actividades folklóricas y culturales. Con lo único que no han podido es contra el FUTBOL CLUB BARCELONA, que cíclicamente ha demostrado ser un baluarte ante el cual el Real Madrid, representante del moribundo Imperio Borbón, se ha estrellado.

En este Siglo XXI el dominio del BARÇA ha podido plasmarse gracias a que el Gobierno de España no ha podido seguir inyectando MILES DE MILLONES a las arcas de su equipo de fútbol ni promover u ordenar el traspaso obligado de jugadores estrellas de otros equipos, una práctica de la que Alfredo DiStefano es fiel ejemplo vistiendo la camiseta del Barça. Actualmente los MILLONES tienen  que salir de los bancos afines al Gobierno, como Caja Madrid, quebrada, gracias a Dios. Están lejanos los años de la desprestigiada dictadura de Francisco Franco, cuya única virtud que podía mostrar al mundo era un equipo de fútbol campeón, el Real Madrid, en el que gastaba lo que hiciera falta para exhibirse fuera de España, situación ésta que continuó durante otros 20 años de democracia.

Desde el año 2000 el dominio del BARÇA a nivel mundial ha sido tan evidente, que el Real Madrid ha dejado de ser la referencia europea y más recientemente española. Para rematar la relación con España, el equipo catalán se niega a representar a ese país, igual que ha rechazado los TRES MILLONES de euros anuales que le ofreció el Gobierno para emplear su imagen con fines propagandísticos.

Así pues, el BARÇA es un fiel representante de Cataluña, del empeño catalán por preservar sus valores, su cultura, educación, la lengua y su historia. Además es un club exitoso que debe sus triunfos al esfuerzo continuado de su maquinaria, a la planificación y formación de jugadores, a la extensión de sus actividades en el plano mundial y su asociación con fundaciones que fomentan el deporte, el rescate de niños y jóvenes en situación de miseria y más recientemente la erradicación de la polio, en sociedad con la  Melinda & Bill Gates Foundation.

Espero haber aportado alguna luz a las interrogantes que se hacen los culés fuera de España cuando presencian las expresiones de catalanismo que acompañan las presentaciones del BARÇA y la guerra inclemente que desde Madrid se hace contra este equipo. Más allá del notable esfuerzo económico y cultural de Cataluña, no siempre conocidos al otro lado del mar, está el BARÇA, campeón de campeones, ejemplo de esfuerzo y superación, paseando los valores de Cataluña por el mundo y más recientemente sirviendo de señuelo a las ASPIRACIONES DE LOS CATALANES POR RECUPERAR SU LIBERTAD.