Varios son los Capitanes y Directores que conducen al BARÇA sobre el césped en sus generalmente impecables presentaciones, que disfrutan aquellos aficionados que han tenido el privilegio de asistir al estadio donde se presenta y los cientos de millones de televidentes a través del Mundo que se extasían viendo al equipo blaugrana.
Ciertamente es Pep Guardiola el ideólogo que ha creado esta asombrosa máquina futbolística para que, además de ganar competencias, nos deleite con su juego subyugante, pero esta máquina está manejada por sus Directores en el campo, los que pulsan los controles para que los engranajes se acoplen o separen según la necesidad del momento. Carles Puyo es el Capitán que da aliento y fuerza, Piqué y Mscherano los que recuperan y la dupla Dani y Abidal la encargada de frustrar los atentados enemigos. El medio campo está plagado de jugadores creativos y eventualmente goleadores, tales como Fábregas, Busquets, Thiago y Keita entre otros y en la delantera destacan Pedro, Messi e Iniesta, sin descartar a varios lesionados y los nuevos valores que están emergiendo con luz propia como el inexplicable Cuenca.
No había mencionado a Xavi Heernández entre todos los artistas del Barça, para dedicarle este párrafo aparte. Igual que Messi como atacante, él brilla como el Director en Exelcis del equipo. No en vano ha sido nominado varios años seguidos como uno de los tres mejores futbolistas del Mundo y recibido galardones suficientes para crear un museo particular. XAVI es el cerebro que controla el juego, el que marca los tiempos y define el curso de los acontecimientos. XAVI es el del regate sencillamente asombroso que remata con pases preciosistas que terminan en gol. Es el de sonrisa fácil y hablar suave, un caballero que, si saliese al campo vistiendo un frac, parecería que porta su uniforme natural. Vaya hasta Xavi Hernández el humilde reconocimiento de esta columna.
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