domingo, 6 de mayo de 2012

NUNCA DIJO ADIOS, SOLO "HASTA LUEGO"

La entrega de esta fecha está dedicada al culé MARGARO VASQUEZ, cuya lejanía geográfica le ha impedido estar en el Camp Nou para despedir al SEÑOR Pep Guardiola. Perdonarán mis lectores que incluya más ilustraciones de las habituales, lo cual se justifica porque el amigo Vásquez desea tener un recuerdo personalizado de lo que pasó en tan extraña despedida, especialmente que el Entrenador saliente y el que le sustituirá la próxima temporada, estuviesen juntos en el banquillo, uno a las órdenes de actual y que ambos, con lágrimas en los ojos, protagonizasen un abrazo mutuo que las cámaras no pudieron captar. Así se debe despedir a un Entrenador, especialmente si ha sido exitoso.

Ante todo debemos resaltar que Pep y Pochetino, Entrenador del Espanyol que jugaba este clásico descafeinado, dieron otra muestra de caballerosidad en esta Liga. Previamente al partido posaron con las camisetas de ambos equipos y luego en el campo, se desearon éxitos al comenzar y abrazos a la conclusión del partido.
Las gradas se  llenaron de pancartas. Dominaba el Estadi la gigantesca que vemos a la derecha, bajando desde la segunda grada y hasta ocupar casi ochenta metros de ancho. Acompañándola, pudimos ver infinidad de pancartas personales, en todos los idiomas imaginables, que le agradecían a PEP sus éxitos y daban fe del fervor que el BARÇA genera en el Mundo.
El partido transcurrió bajo el habitual dominio blaugrana, si bien se notaron más imprecisiones en los pases que las habituales, lo cual no impidió que MESSI clavase 4 goles al Espanyol, 1 de campo, otro de tiro libre desde 10 metros fuera del área y 2 de penalty. Esa gesta fue la ofrenda personal del crack a su maestro Guardiola, según palabras del propio Messi y como puede constatarse en la foto que ambos han dejado para la historia.
Concluido el partido, PEP se dirigió a los culés del Mundo con una sentidas palabras que terminaron con su promesa de que no nos dejará solos y que pronto estará de vuelta con nosotros. No olvidemos que PEP es un culé en tercera generación por partida doble, porque sus padres también son culés, y sus abuelos.
No bien había terminado de hablar, los integrantes del equipo lo cazaron rodeándole, para mantearlo en una muestra de afecto infinito.
Para concluir, bailaron la sardana a la que nos hemos habituado, una tradición tan catalana o más que los castellers, como demostración de identidad y orgullo por nuestra nacionalidad y carácter. En la sardana participaron como es natural, jugadores y técnicos a partes iguales, dejando claro que tan importantes es en el Barça el imponderable Leo como el que recoge las toallas en el vestidor o el que vela por la salud de los jugadores.
Cierro esta columna enviándole un abrazo a todos los culés de Venezuela y especialmente e Alvaro Vásquez, con el grito de guerra y canto de alegría culé: VISCA BARÇA y VISCA CATALUNYA.


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