OTRO CLASICO ESTRAMBOTICO

En este Clásico Madrid - Barça 2015 tuvo lugar y sucedió lo que habíamos anunciado. Y no se trata de que seamos futurólogos, sino que el mundillo del fútbol en España está claro como agua de montaña. Veamos el desarrollo de esa tarde.

1.- Ningún ataque terrorista interrumpió el sagrado evento deportivo que, madrileños y madridistas, esperan cada año con anhelo desbordado para demostrar la invencible superioridad deportiva de la Capital del Reino.

2.- Como era de esperar, el arbitraje fue marcadamente a favor del equipos merengue, hasta que las circunstancias indicaron que ni siquiera el Arbitro podría ayudar al equipo de España a mantener el tipo.

3.- El BARÇA apabulló al equipo de la casa. Lo dejó en su sitio, como el equipo pequeño y mezquino en el que ha devenido. Incapaz de jugar a fútbol, recurrió a las patadas y codazos que desde hace unos años le caracterizan. Esta vez, quizás porque Rafa Benítez es un caballero, el partido no terminó en una las tángana que caracterizan al Madrid. 

En los minutos anteriores al evento, las gradas se llenaron de cartulinas blancas hasta conformar un panorama nevado que cubría en redondo el graderío. Era la advertencia pictórica de que el patio pertenecía al Madrid y que nadie escapa al poderío y castigo del equipo de España. 
Cuando se preparaba el ambiente para cumplir con el minuto de silencio en recuerdo a las víctimas de París, una bandera de Francia descomunal cubrió las gradas del Norte, ratificando así la importancia del momento.

Inmediatamente, el Arbitro Principal, David Fernández Bodalán y los dos Capitanes, Jorge Ramos y Andrés Iniesta se reunieron cerca de a grada para tirar a suerte el saque inicial. Cumplido es protocolo, se dio inicio a un partido que Lionel Messi miraba desde el banqillo. No habían pasado 5 minutos y el Barça ya triangulaba a placer mientras los merengues miraban estáticos un balón que circulaba entre ellos a velocidad de vértigo.

Minuto 11: Gol de Luis Suárez. Fue el primero de los dos que le encajó a Keylos Navas. El primer tiempo terminó 0 a 2, a pesar de la lluvia de codazos y patadas que los jugadores blancos repartían a placer e impunemente ante un árbitro que se hacía pasar por ciego. Neymar metió el 2º gol a pase de 
Iniesta.

A finales del primer tiempo Luis Suárez, ya entrando al área chcia con el balón dominado, fue víctima de un empujón y zancadilla simultáneos que lo tiró a tierra. El estadio enmudeció ante el penalti evidente que pitaría el Arbitro. No fue así. El mundo entero vio la pena descarada, evidente, inobjetable, desesperada para evitar el gol... solo el ärbitro se tapó los ojos para no ver lo que NO QUISO VER.

El 2º tiempo siguió la partitura del primero con un golazo de Iniesta, el 3º y el 4º por Suárez. En esta fase complementaria sucedieron varios hechos dignos de mencionar:

* Con la agresividad desbocada de los blancos, el 0 a 3 en el marcador y el dominio blaugrana aplastante, el arbitraje se volvió inesperadamente imparcial. Fernández Corbalán, quizás temiendo algún incidente criminal, aprovechó el tiempo restante para salvar su imagen.

** Faltando poco más de media hora para concluir el partido, con el 0 a 3 en la pizarra, Messi entró al campo. El ritmo de juego cambió, se volvió más fluido y pausado, más preciso y Luis Suárez, clavó el 4º. La posibilidad de un 5º se presentó en las botas de Munir cuando  estaba a 5 mestros de la portería. Neymar le hizo un pase precioso y el joven lo remató rozando el palo de la derecha.  

*** Desde su reaparición en el 2º tiempo, los jugadores blancos, víctimas de su propia mediocridad, se volvieron criminales. Mascherano recibió varias agresiones, una en la rodilla, otra en la cara y ya incapaz de correr, tuvo que ser sustituido. 
Dani Alves fue víctima de una codazo en la nuca, aplicado intencionadamente por Cristiano Ronaldo con tanta fuerza, que Dani quedo tendido en la hierba. Personalmente pensé que podría haber fractura de las vértebras cervicales, pero afortunadamente no fue así. En castigo por dejarse golpear, el Arbitro enseñó una tarjeta amarilla a la víctima: Dani Alves.

Hacia el final del encuentro Isco se empeñaba en alcanzar a Neymar tirándole una que otra zancadilla. Al final no pudo resistir la tentación de mandarle una patada bestial desde atrás, directamente al biceps femoral izquierdo. La víctima cayó en redondo, cogiéndose la pierna y gritando de dolor. La tarjeta roja salió por primera vez.

**** Seguramente por exigencias de Luis Enrique, Messi trató de evitar las agresiones. No estando todavía al 100% de su condición física, era más importante conservar la integridad. Aún así contagió al equipo su ritmo suave y al mismo tiempo matador.

***** Iniesta fue sustituido faltando 15 minutos para acabar el encuentro y !Oh sorpresa! como sucediera 10 años atrás con Ronaldiño, el público merengue se levantó para aplaudirle. Su calidad es universal, capaz de vencer hasta las barreras del odio.

CONCLUSIONES:

Ante todo lugar se hizo patente la apabullante superioridad del Barça sobre el Real Madrid. 

Sergi Roberto y Claudio Bravo demostraron ser depositarios de la confianza de Luis Enrique. La serenidad de Sergi en la banda derecha del ataque y la solvencia infinita de Bravo para mantener la portería inmaculada, son dos hechos a resaltar sin reservas.


Es de esperar y habitual, que la prensa madrileña acuse esta circunstancia "pasajera" a errores arbitrales, trampas catalanas o cualquier excusa baladí, pero el público del Bernabeu sacó a relucir las cartulinas blancas desde el primer tiempo. Las mismas cartulinas que sirvieron para cubrir de blanco el Santiago Bernabeu, acompañaron los pitos y gritos estridentes pidiendo la dimisión del Entrenador y de Florentino Pérez.

También ha quedado en evidencia que el equipo grande y noble que dominó el fútbol en el Siglo XX, el Real Madrid, ha involucionado hasta convertirse en una masa informa de estrellas que no saben a donde van y que, víctimas de su incapacidad técnica y negadas al juego de equipo, confunden el fútbol con una sesión de patadas sin control. Como escuché decir a un seguidor merengue muy mal encarado que estaba a mi espalda: "Esos tíos deberían dedicarse al rugby".