Cuando se trata de
analizar situaciones, es frecuente que los analistas externos vean mejor las
cosas que los de adentro. Nadie negará que cualquier aficionado taurino ve
mejor la corrida desde la barrera que el torero; él solo ve los cuernos del
toro; y los propios cuando se mira en el espejo. Así pues y con la autorización
multi funcional que me concede no ser madridista, voy a permitirme dibujar el
perfil que debe llenar el próximo Entrenador del club madrileño.
Desde luego sus características deberían satisfacer las
exigencias de la Directiva así como los apetitos y emociones de la hinchada merengue.
Además dispondrá de autoridad para exigir cambios y destituciones en la
Directiva y se esforzará por fomentar las gamberradas y divisionismo entre los
socios y aficionados.
En primer lugar el Entrenador deberá ser extranjero. Los españoles,
ni siquiera aquellos que hayan ganado la Champions para el madrid, como Vicente
del Bosque, serían merecedores del fervor madridista en este Siglo XXI.
Los aspirantes deberán exigir una ficha altísima, acorde con su futura condición de "mejor Entrenador del mundo", porque el Entrenador del madrid
siempre es calificado como el mejor del mundo que disfrutará del
crédito de todos los éxitos y trofeos. Candidatos que no demuestren un ego superior al máximo posible, serán rechazados.
La falta de respeto a las normas deportivas será evaluada cual
condición indispensable. Apreciaremos positivamente aquellos que se expresen de
manera soez y grosera contra los árbitros, ofendiéndoles cara a cara y
esperándoles amenazadoramente en callejones y esquinas. Así mismo, los aspirantes deberán acreditar éxitos previos infundiendo agresividad en sus jugadores y demostrar que la deportividad no forma parte de su ideario.
Entre la virtudes del próximo candidato, será obligatoria su
predisposición a difamar a otros equipos y entrenadores. Su tendencia a las
agresiones físicas a otros
colegas será positiva, especialmente cuando las agresiones se dirijan a los
ojos. Como parte de sus funciones diarias, estará obligado a expresar y fomentar diariamente su odio al F.C. BARCELONA, insultando a sus Directivos, jugadores, socios y aficionados con frases e infamias de todo género.
Por cuanto la creación de conflictos con los medios de
comunicación social es tan importante para los intereses del Club, los
candidatos a Entrenador deben demostrar un largo historial de ofensas a la
Prensa, incluyendo amenazas y encerronas a periodistas antagónicos y amigos por
igual.
Los aspirantes deberán acreditar un alto grado de capacidad
disgregadora y asegurar enfrentamientos internos en el vestuario para fomentar la competitividad. Los jugadores de prestigio y los capitanes deberán
ser castigados y ridiculizados públicamente, especialmente los que demuestren
tendencias deportivas y gestos de amistad hacia los enemigos, un vicio que el
Entrenador erradicará sin contemplaciones. Los fracasos de toda índole serán cargados a los jugadores, nunca al Entrenador.
Los aspirantes deberán acreditar éxitos previos infundiendo agresividad
en sus jugadores y demostrar que la deportividad no forma parte de su ideario. Los
fracasos de toda índole serán cargados a los jugadores, nunca al Entrenador.
En el caso de ser contratado, al Entrenador se le exigirá
periódicamente, la filtración de rumores sobre sus intenciones de abandonar el
Club y crear divisiones entre sus seguidores.
El Técnico seleccionado deberá garantizarle al Club que no
ganará ninguna competencia internacional, solo se admitirán contados éxitos nacionales y desde luego tampoco permitirá que se alcancen los
despreciables dobletes de Liga y Copa.
Las aplicaciones para el puesto: ENTRENADOR DEL real madrid, deben dirigirse al Presidente del
Club, en Valdebebas, Madrid, antes del 25 de Mayo de 2013.
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