Cada día y en todo el mundo nace alguna criatura dotada con habilidades o poderes especiales. Que sobresalga sobre los demás y triunfe no depende de ella sino de la suerte. Imaginemos una niña que posea un ingenio especial para la números, pero que venga al mundo en un lugar donde no hay escuelas. Sería tan inútil para sí misma como el niño que, con habilidades muy especiales para la pintura, solamente pudiera dejar testimonio de su arte en alguna cueva pedida de las montañas de Pakistán.
No fue ese el caso de GERARD DEULOFEU, un chico que nació con el fútbol en sus venas. Tuvo la suerte de venir en el seno de una familia catalana en Riudarenas, una población de Gerona. Como buenos catalanes son seguidores del BARÇA y disfrutaban de un centro deportivo cercano donde el crío pudo empezarle a darle patadas a una pelota. y a liberar el arte que corría por sus venas infantiles.
Tuvo la suerte de aprender a dominar el balón sin detenerse en la carrera y a los 9 años ingresó a La Masia. Fran Sánchez, entrenador del Infantil "A", dijo del chico que era una promesa, realmente excepcional en sus desplazamientos. Tan bueno era el chaval, que con 12 años fue contratado por Nyke, lo que resolvió cualquier preocupación económica por su futuro a mediano plazo.
También tuvo la suerte de estar en La Masia cuando los triunfos demasiado tempranos empezaron a subirle a la cabeza. Sus maestros pusieron las cosas en su sitio, igual que hicieron cuando el joven Gerard dejó de estudiar. Los jefes de La Masía hablaron con el Seleccionador Sub 16 para que no lo convocase. El chico entendió el mensaje y comprendió que un egresado de La Masía, además de buen jugador, tiene que ser culto y humilde, como los ejemplos vivos que defienden los colores del Barça: Xavi, Iniesta y Messi.
Siendo cadete, Gerard jugaba con el Juvenil.y con 16 años metió su primer gol olímpico desde la esquina izquierda, una banda que le gusta a pesar de ser derecho. Con la Selección Sub 21, a las órdenes de Lopetegui, juega en la delantera, de extremo o media punta realizando regates y goles asombrosos, dejando sentados a los defensas y driblando a los porteros. Ha sido este desparpajo para salir airoso del uno contra uno y su pericia en el pase, lo que ha llevado a más de uno a comprarle con Ronaldinho y sugerir que algún día ocupará el lugar de Messi, lo cual es mucho decir de cualquiera.
Actualmente está en el equipo de Segunda "B", guiado por la mano de Eusebio Sacristán, que lo lleva a paso medido para asegurarse de que su pupilo no tropiece en el camino hacia el éxito. Con una estatura de 1,79 m, ya tiene calidad futbolística más que probada, pero no lo subirán al primer equipo, donde todos saben que tiene un puesto asegurado, hasta que haya progresado lo suficiente como persona para integrarse con facilidad al vestuario y no sufrir del vértigo que es frecuente en estrellas prematuras.
El año pasado fue nominado al GOLDEN BOY, trofeo promovido por la revista italiana Tuttosport para premiar a las estrellas en ascenso. No lo alcanzó esa vez, pero este Diciembre confía en quedar entre los 3 primeros. Sus habilidades, capacidad goleadora y las filigranas que es capaz de desarrollar con el balón pegado al pie, han asombrado a media Europa y quizás pongan el trofeo en sus manos.
Le deseamos otro poquito de suerte.
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