El partido de anoche entre ESPAÑA y FRANCIA, protagonizado por la noche en el Vicente Calderón de Madrid, resultó en un empate más que indulgente para España. Esa es la impresión que recibí como espectador y también que Francia jugó duro, más de lo que debería permitirse si queremos respetar el lema de la UEFA: FAIR PLAY, juego limpio.
Por cuanto no soy entrenador, tampoco me es dado opinar sobre los aspectos técnicos, a menos que quiera correr el riesgo de inducir a equívocos. Solo puedo comentar lo que creo haber visto.
A lo largo del primer tiempo ESPAÑA fue la dueña del juego, o del balón, porque Francia se dedicaba a defender con 10 nombres, una especie de valla en dos bandas horizontales que despreciaban la pelota. Cuando los defensores franceses tocaban el balón se deshacían de éste con pases largos a la defensa española. El gol de La Roja resultó luego de varios ataques y saques de esquina, tras un rechazo del portero que rodó hasta los pies de Ramos y éste tuvo la serenidad para buscar el ángulo adecuado y mandar el esférico hasta la red.
Con la ventaja de 1 -0, Francia cometió una falta clarísima sobre Iniesta dentro del área. Cesc Fábregas fue designado para lanzar la pena máxima, pero el portero paró el balón. Adivinó la dirección del chut y se lanzó decidido hacia su derecha. Naturalmente, si Cesc hubiera chutado a mayor altura o hacia el lado opuesto, el balón habría entrado, pero prefirió hacerlo como lo hizo. Quienes han criticado con excesiva dureza este fallo, deben recordar que si los penaltis fuesen goles cantados, no habría que chutarlos y tampoco perder de vista que los más grandes cracks también han fallado unos cuantos penaltis.
La segunda parte pareció empezar cual una prolongación de la anterior, pero a los 10 minutos, en el 55, Francia hizo un tiro a puerta, a la esquina derecha de IKER que salvó de milagro. Ese chut marcó un cambio de ritmo en el césped. Francia inició una serie de ataques consecutivos con todos sus hombre. Desde entonces su dominio fue notorio y en la banda defendida por Juanma y reforzada atrás por Busquets, en una función que no hace bien, se abrió un pasillo que los galos aprovecharon insistente aunque sin resultados. Por momentos demasiado frecuentes, me pareció que el equipo español mostraba cansancio, desfallecimiento ante el empuje francés, una sensación que me hizo presagiar una derrota que no llegó.
A mediados del segundo tiempo Francia lograría empatar, pero el gol, que me pareció ABSOLUTAMENTE LEGAL, fue anulado por supuesto fuera de juego que en las repeticiones no se dejó ver. El fútbol triunfó finalmente durante la prórroga, mientras en el banquillo español levantaban los brazos pidiendo el pitazo final. Un balón cruzado desde la izquierda gala fue golpeado de cabeza por Olivier Giroud. Casillas no pudo evitar que el balón entrase por la escuadra, casi rozando el larguero.
Lamentable: Reina se lesionó durante el entrenamiento previo y 3 jugadores salieron de la cancha por lesiones, 2 por España: Silva y Arbeloa y otro por Francia: Benzema. .
Igualmente lamentables me han parecido las críticas desmesuradas contra VICENTE Del BOSQUE, como si La Roja no pudiese empatar o perder partidos y su entrenador fuese un dios infalible bajo cualquier circunstancia.Más apropiado me parecería alabar la estrategia de DIDIER DESCHAMPS, el técnico galo, que ahorró esfuerzos de su equipo al máximo durante el primer tiempo, desgastando al mismo tiempo a los contrarios, para salir decidido a por el partido con todos sus hombre frescos en la segunda parte. Casi lo logró e imagino que Del Bosque habrá tomado nota para enfrentarse con Deschamps a la vuelta..
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