Aunque el título de este artículo pueda parecer frívolo o exagerado, muchos profesionales de la medicina deportiva comparten este criterio.
Cada deporte exige diversas condiciones físicas, ya sean de peso, estatura, longitud de miembros, capacidad visual, vigor, esfuerzo... En TENIS, por poner un ejemplo, la estatura alta brinda ventaja notoria para realizar el saque, uno de los golpes más importantes del juego. A pesar de ello, los jugadores muy altos rara vez alcanzan la cumbre y está demostrado que la estatura óptima para triunfar en este deporte oscila entre 1,76 y 1,90 m solamente.
En natación la longitud de piernas y brazos, normalmente proporcionales a la estatura, son determinantes para desarrollar velocidades en el agua, aunque para triunfar se requieren otras condiciones, como son flexibilidad, capacidad respiratoria y determinación férrea, todas ellas más importantes que el físico. En los Juegos Paralímpico 2012 el campeón fue un joven que carece de brazos, pero con una voluntad de acero.
Por lo que respecta al fútbol, las características antropomórficas ideales varían según las posiciones que cada jugador ocupa en el campo. Los porteros deben ser altos, cuanto más mejor, como PETER CECK, aunque a veces la estatura excesiva dificulta su elasticidad y velocidad corporal de reacción. Los defensas deberían ser altos y con un cierto volumen corporal que dificulte a los atacantes desplazarlos con sus cuerpos. Ese sería el caso de SERGIO RAMOS, aunque DANI ALVES también es un gran defensa a pesar de su estatura reducida que le ayuda correr la banda como un galgo para integrarse al ataque..
Los medios y delanteros pueden ser más bajos, pero con gran velocidad de reacción, como XAVI HERNANDEZ. Junto a este se desempeña BUSQUETS, cuya estatura espigada no le impide ser un medio campista excepcional. Por lo que respecta a los atacantes, entre los mejores de esta década tenemos a E'TOO, IBRA, CR7 y MESSI. De ellos cuatro el más bajo es el mejor con ventaja.
Otra característica ineludible de los futbolistas es su capacidad de correr e interrumpir violentamente el movimiento, cruzar, devolverse y saltar a lo largo de 120 minutos, aunque habitualmente solo lo deben realizar durante 95 minutos. No es desafío que puedan cumplir muchos deportistas y más difícil si a ello agregamos que durante el partido han de soportar empujones, volteretas, zancadillas, patadas y uno que otro codazo al hígado o la cara y seguir "pensando claro". Quizás sea esta última circunstancia la explicación para que en los partidos a resolverse por pénaltis, los porteros disfrutan de cierta ventaja, porque el cansancio físico y mental juega contra los que deben chutar el balón.
El camino a la élite del fútbol sigue una cuesta muy empinada porque la técnica requerida, dureza ósea y muscular, determinación y capacidad física que acompañe a todo lo demás, han de conjugarse en un solo individuo que ha de ser inteligente, saber jugar en equipo y sobre todo lo demás, mantener la mente clara sin importar el desgaste de un cuerpo sometido a la tortura de un partido cada tres días.
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