CERDOS MEDIATICOS: A PAGAR LA ENTRADA

Ya está bien de soportar pacientemente las ofensas de la chusma periodística y dejar que unos desvergonzados que se dicen profesionales, empleen los micrófonos, pantalla chica y los diarios para tirarnos basura y crear infamias contra el BARÇA, sus Directivos y jugadores.
Es esa misma paciencia tradicional del BARÇA, lo que alienta la CLOACA MEDIATICA y su ralea, a continuar el sainete del insulto gratuito, de la infamia impune, de la historieta asquerosa repetida hasta la saciedad, al mejor estilo de sus maestros del nazismo.
Es esa idiosincrasia catalana la que le permitió a Mourinho agredir en el Camp Nou a Tito. De haber sospechado que le podrían reventar los huevos en el intento, o que terminaría ante un juzgado penal, se habría abstenido. La Cadena COPE ha aprendido a respetar al Barça porque le devolvimos el golpe y ahora escoge otras víctimas más propicias como El Español. Algunos no han aprendido y siguen creyendo que disfrutan de libertad para decir lo que les pagan por decir, como ese tipejo de El Mundo.
En la noche de este jueves, otro de esos listillos madridistas que aparecen por las noches en la pantalla, el tal Juanma , exclamaba con su voz de hombre a medias ¿Donde vanos a llegar, si por emitir opiniones nos demandará Rosell?  Pues al mismo sitio que él querría enviarnos si le llamásemos marica perdida o mariposa sifilítica, Dios nos libre.

Apoyamos firmemente la posición de la Directiva del Barça: los que escojan seguir las directrices del Madrid para atacar gratuitamente al Club, que se atengan a las consecuencias. Ya está bien de soportar la hediondez de esos pozos de perversidad sin límites, como  Madrid TV, PuntoPelota, Futboleros, El Mundo y otros diarios capitalinos, que se sienten libres de continuar la campaña sin fin contra el Barça.
Si desean seguir siendo la cueva de seres sin moral ni principios mínimos, que carguen con las consecuencias.
Devolver el pote de mierda con otro igual, nunca ha sido el estilo del BARÇA ni de Cataluña, pero quedarnos de brazos cruzados tampoco.
El que quiera divertirse a costa nuestra que pague la entrada.