Del juego por la FINAL DE LA COPA me gustaron el JUEGO DEL BARÇA en el primer tiempo y la FUERZA del BILBAO en la segunda parte. Quizás vimos un exceso de ansiedad por parte de los vascos y una demasía de pases de los catalanes, dos aspectos que se unieron para generar entradas duras, pero el partido a pesar de la diferencia en el marcador, fue un buen espectáculo.
Me hubiese gustado que GANASEN LOS DOS, porque ambos llegaron a la FINAL con igualdad de méritos, pero no puede ser. Quizás por esta injusticia y más allá del juego, me quedo con varios detalles y sensaciones que tuvieron lugar antes y después del partido, entre ellas:
* La PITADA, como era de esperar y se merecen las autoridades españolas, fue mayúscula, tanto que el Himno de España fue opacado por la demostración popular de descontento hacia la Capital del Reino y las declaraciones previas de una mujer del montón, que pretendió arruinar este evento para esconder los pecados de su asquerosa política y administración
* El comportamiento modélico de ambas aficiones dentro y fuera del campo, su respeto mutuo y en especial el entusiasmo de la masa athlética, que continuó aupando a su equipo a pesar de la diferencia en el marcador, así como los aplausos que brindaron a los vencedores cuando dieron la vuelta al campo con el trofeo.
* La deportividad de ambos equipos, cuyos jugadores se abstuvieron de reaccionar cuando alguno sufrió faltas intencionadas.
*Me emocionó la muestra de vergüenza deportiva de los jugadores vascos, así como su disposición a abrazarse con los jugadores culés cuando culminó el partido.
* La negativa de CARLES PUYOL a levantar la Copa, por considerar que era XAVI HERNANDEZ el indicado por haber llevado el equipo al triunfo en el último partido.
* Enaltece que a pesar de la euforia, hicieran partícipe del triunfo a ERIC ABIDAL, el 22.
* Terminado el Partido, PEP GUARDIOLA dejó de ser el Entrenador y en consecuencia decidió no subir a recibir la Copa. En solidaridad TITO tampoco subió.
* Los repetidos abrazos entre PEP y TITO desvanecieron las dudas que se habían inventado en torno a su histórica amistad, de la misma manera que el abrazo entre BIELSA y PEP y sus equipos técnicos, hablan de algo más que deporte y educación.
* Las aficiones del Athletic y el Barça mantuvieron su tradicional comportamiento modélico en todo momento. Llama la atención la ABSOLUTA AUSENCIA DE OFENSAS y la disposición a la convivencia de ambas aficiones en las gradas, incluso en algunos sectores que compartían el espacio.
A pesar de tantas muestras de deportividad y educación en el estadio, que deberían servir de ejemplo dentro y fuera de las fronteras de España, un hecho final me llenó de orgullo: la vuelta al campo que el Capitán Puyol y otros jugadores del BARÇA realizaron llevando las banderas del PAIS VASCO y de CATALUÑA hermanadas en el triunfo.
GRACIAS A AMBOS EQUIPOS
y
GRACIAS A SUS AFICIONES
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