SONRISAS y MORRINHOS

Este domingo ha dejado una resaca difícil de digerir para los seguidores del Real Madrid. Su equipo jugó uno de los mejores partidos de esta temporada pero no pudieron meter ni un solo gol. Lo más cerca que estuvieron fueron 2 pelotas estrelladas contra los palos. Lo mismo le sucedió al Valencia. Jugó el mejor partido de la Liga 2011-2012 y solamente empató a 0, con dos pelotazos a la madera. Pero a diferencia del R.Madrid, sus jugadores y seguidores se felicitaron. Estamos ante dos reacciones antagónicas ante un mismo hecho. Como tantas veces lo ha preguntado el técnico merengue ¿POR QUÉ?

Mientras que el Valencia llegaba al Bernabeu dispuesto a luchar, con una estrategia de ataque permanente a cualquier costo y dispuesto a aceptar el resultado de su osadía, el Real Madrid recibía al equipo pueblerino con la convicción de que, mediante el muy famoso trivote, le metería un saco de goles y que su futbolista estrella seguiría acumulando dianas para mantenerse como Pichichi de la Liga. Esa diferencia diametral en las expectativas de ambos contendientes explica POR QUÉ el mismo resultado a un Club satisfizo y al otro le obligó a culpar a los árbitros para justificar el fracaso ante su afición.

La reacción de los jugadores en el campo también fue distinta. Mientras que los del Valencia se dedicaron los 90 minutos a buscar el triunfo, en el R.Madrid se notaba una tensión que bordeaba la histeria, tanta que hasta Pepe le pegó una patada a Arbeloa a conciencia de que era él quien estaba alentándolo de palabra y hechos para que se levantara del suelo. Las Autoridades de ambos Clubes también reaccionaron de manera opuesta. Mientras que el Presidente del Madrid parecía estar al borde de un ataque de ansiedad en el palco, revolviéndose constantemente y apretando la barandilla con los nudillos blancos, el Presidente del Valencia sonreía y tras el partido departió con la Prensa mostrándose orgulloso de su equipo.

Algo parecido sucedió durante las ruedas de prensa, de las cuales lo más notorio fue la ausencia del Técnico del Madrid, una ausencia que pocos entienden, especialmente cuando la afición esperaba que le explicasen POR QUÉ el partido quedó empatado 0 - 0.