El mundo deportivo de España se ha visto conmocionado ante la
eliminación casi inmediata de su Selección de Fútbol y la reacción de Minuain y
Alba ante el árbitro venezolano (cuyo nombre omitiremos para no darle
publicidad), acusándole de estar vendido.
Ciertamente fue una imagen tan antideportiva como el
arbitraje, a cargo de un trencilla manifiestamente vendido a ECUADOR, un
personaje tan bolivariano y comprometido como CORREA ante su amo político HUGO
CHAVEZ. Todos en el COI sabían que este arbitraje era inaceptable, pero aún así
lo designaron.
1º Pone en tela de duda la capacidad del
Comité Olímpico para seleccionar árbitros. En un partido entre un equipo
europeo y otro americano, los jueces deberían seleccionarse entre Africa, Asia
u Oceanía ¿Por qué señalar uno del mismo continente que un participante? Peor
todavía ¿Por qué designaron a un árbitro estrechamente AFIN POLITICAMENTE con
alguno de los contendientes? Tal actitud solamente refleja INCAPACIDAD o
INMORALIDAD.
2º A lo largo de 180 minutos España fue
INCAPAZ de meter un solo gol. Varios palos, pero sin goles. Si los tiros contra
los palos sumasen ½ punto, quizás habríamos ganado, pero no es así. O sea que
la SELECCIÓN FRACASO.
3º De no haber perdido ante Ecuador
¿podría España haber ganado algún galardón? NO, rotundamente NO. La Selección
estuvo MAL CONFORMADA y PEOR DIRIGIDA, tanto así que NO FUNCIONO. Sus mejores
integrantes, excelentes jugadores con sus equipos y en LA ROJA, no rindieron ni
siquiera a un nivel minimamente esperanzador. El Equipo Olímpico había
fracasado antes de llegar a Londres.
4º La actitud de Muniaín y Jordi Alba fue
manifiestamente antideportiva, amén de mostrar mala educación y peor perder.
Ambos jóvenes deberían ser severamente amonestados, aunque sus quejas fuesen
gritadas a un impresentable. Sería de esperar que sus respectivos clubes, ATHLETIC
y BARÇA, les den algunas LECCIONES de DEPORTIVIDAD.
5º Las exclamaciones de ASOMBRO por parte
de la CLOACA MEDIATICA, sobre la actitud de estos dos futbolistas, no se
compaginan con la justificación que sistemáticamente han aplicado a las ABERRACIONES
que ha protagonizado el REAL MADRID a lo largo de estos años.
Mourinho ha llegado al extremo de llamar “ filho da puta”a
un árbitro, a voz en cuello y en pleno estadio y pocos días después, con
premeditación y sin fuego en las venas, ha esperado a otro árbitro en el
parking del Camp Nou para amenazarle.
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