Pongamos las cosas en su justo lugar: solamente crédulos incondicionales podrían tragarse semejante bodrio publicitario, porque todos sabemos que las características morales y literarias del supuesto autor le impedirían acercarse al contenido y estilo de la esquela.
Ni siquiera su portavoz oficial sería capaz de ladrar con el suficiente estilo para producir una nota de pésame referida a un hombre como MANOLO PRECIADO.
Por el contrario, el finado SÍ que conocía José Mourinho, lo suficiente para haberse expresado públicamente de él en los siguientes términos:
"¿Pero quién coño se piensa él que es?
Es un CANALLA y
un muy mal compañero de trabajo"
Comprendemos que la muerte de un personaje cántabro, cuya vida transcurrió mayormente por las provincias del Norte, pueda serle indiferente a parte de la sociedad. Siendo ese el caso, callen y muestren respeto póstumo por el dolor ajeno.
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